Alrededor de 200 personas siguen desaparecidas en Guatemala por la erupción del Volcán de Fuego. Hace tres días la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres emitió una nueva alerta por una avalancha de 40 metros de ancho y tres de altura; cada hora se registran hasta 9 explosiones y la expulsión de cenizas y flujo prioclástico alcanza hasta los 4,000 metros de altura.

CADENA ha estado presente en la zona desde el inicio, con voluntarios y profesionales que han realizado una misión de avanzada para determinar cómo apoyar mejor. La Dra. Joanne Joloy, Directora de Expansión Internacional de CADENA, relata los avances:

“Trabajamos el estado de shock de los sobrevivientes con nuestro equipo de psicólogas expertas en intervención de crisis. Los que siguen habitando comunidades cerca al volcán no se quieren ir, a pesar de que corren peligro. Nos causó mucha impotencia verlos tan cercanos al flujo piroclástico.

Estamos realizando el trabajo para poder traer la ayuda en avión. La misión consiste en instalar 85 shelters para 85 familias desplazadas y aulas, (por suerte, la erupción sucedió en domingo, y los niños no estaban en la escuela, el edificio más cercano al volcán). Vamos a traer también ayuda psicológica y médica.

Me ha sorprendido mucho la unión de la comunidad judía de Guatemala: han dado gran seguimiento a nuestras acciones, recolectado donativos en especie y organizado misiones en distintos albergues donde se hospedan los desplazados”.

“El ultimo día visitamos un centro donde estaban presentes dos cuerpos de personas fallecidas. Había varios niños jugando. Llegaron unas señoras mayas e hicieron, con los niños, una ofrenda: una cruz hecha de flores. Una de ellas me dio nombres de los fallecidos, yo los apuntaba en hojas de papel, las cuales se ponían sobre las flores. Al final, cada niño prendió una veladora y la puso alrededor del círculo. Fue una vivencia muy impactante.”

La Dra. Joloy regresará a la Guatemala próximamente, con un equipo de especialistas y voluntarios, con un solo objetivo: darle un hogar–y ayuda médica y psicológica– a los que más lo necesitan.