Curso de historia del pensamiento intelectual judío: del siglo XVI al XXI
Rabino Diego Edelberg
Basado en las publicaciones sobre Modernidad Judía del Prof. David Ruderman para «The Teaching Company»
Curso de historia del pensamiento intelectual judío: del siglo XVI al XXI
Rabino Diego Edelberg
Basado en las publicaciones sobre Modernidad Judía del Prof. David Ruderman para «The Teaching Company»
Esta serie de publicaciones presentan el pensamiento de lo mas influyentes pensadores judíos a los desafíos enfrentados por los judíos debidos a los cambios del mundo moderno con respecto al mundo medieval.
Estos tres conceptos: las creencias personales (Dios), el sentido de los actos rituales judíos (Tora) y el propósito de la continuación de la existencia judía (Israel) han sido el foco principal del pensamiento judío a través de la historia.
Pero en los últimos 400 años los pensadores judíos han sido desafiados con cambios inesperados históricamente:
Estas publicaciones presentan las variadas formas en las que un pequeño grupo de pensadores intentó responder a estos desafíos. Estos hombres, y en los últimos años también mujeres, han reflexionado profundamente en la relevancia de los textos judíos y las tradiciones judías dentro del contexto de un nuevo mundo que ahora es secular, capitalista, industrial, racional, universal, globalizado y se encuentra definido por los nuevos estados-nación, sus instituciones y las constituciones de los países modernos tal cual los conocemos en la actualidad. Un mundo completamente opuesto al medieval.
A pesar que sus aproximaciones y soluciones diferían, todos estos pensadores compartían un objetivo en común: proveer de continuidad, fe, sentido, identidad y pertenencia para los judíos del nuevo mundo moderno.
A través de estas publicaciones vamos a poder observar la tradición intelectual judía a través de la cual el propio judaísmo es analizado, repensado y reformulado frente a los nuevos desafíos de la modernidad.
Este proceso de intentar preservar el carácter esencial del judaísmo mientras se trata de ajustarlo y acomodarlo al mundo moderno ha mantenido al judaísmo como algo vital, vibrante y dinámico en lugar de fijo, inerte y estático.
Estas publicaciones pueden servir como una forma de introducirse en un nuevo y rico cuerpo de pensadores y pensamientos debido a que hasta hace poco la historia intelectual judía, a pesar de ser una parte integral de la cultura Occidental, no ha sido revisada por el mundo académico general hasta el siglo XX.
La figura central de todas estas publicaciones es mundialmente reconocido: el prominente filósofo Baruj Spinoza (1632-1677).
El impacto de Spinoza es tan significativo que podríamos decir que la modernidad judía representa una serie de respuestas a su pensamiento.
Spinoza recibió una educación rabínica tradicional pero rompió con las prácticas judías luego de la muerte de su padre. Spinoza nació en Amsterdam dentro una familia de judíos conversos que venían de España y Portugal. Amsterdam era en el tiempo de Spinoza una ciudad en la que ambos, judíos y cristianos, vivían en una atmósfera cada vez mas tolerante y secular.
En su libro el “Tratado Teológico Político” publicado en forma anónima en 1670, Spinoza se convirtió en el primer judío en romper con la tradición medieval judía desposada por Maimonides (1132-1204).
Spinoza se enfrentó a la creencia de Maimonides quien decía que la razón y la fe podían ser reconciliadas. Debido a que los textos bíblicos habían sido inspirados por Dios, según la aproximación judía tradicional, los mismos poseían un carácter super-natural. Spinoza fue el primero en manifestar claramente que dichos textos podían ser leídos e interpretados a través de la fe o la razón, pero no por ambos al mismo tiempo.
Si uno elegía la razón, entonces la Biblia no podía haber sido inspirada por Dios sino que era un documento creado por el Hombre. Spinoza era el primero en argumentar que la Biblia es la Biblia y la racionalidad es la racionalidad y no debíamos mezclarlas porque era un absurdo.
El problema que Spinoza había descubierto era que los judíos antiguos y medievales partían con ciertos presupuestos que no podían ser contradichos. Pero para Spinoza la racionalidad iba a donde sea que uno la llevaba. El problema era que si de antemano uno decidía qué debía la racionalidad decir o a dónde debía llevarnos uno estaba limitando esa racionalidad. Para Spinoza la racionalidad no debía ser una sirvienta de la Tora. Para Spinoza La Verdad se encontraba donde sea que el filósofo y el pensamiento la llevaba y por lo tanto debía permitirse a la mente humana «alcanzar La Verdad fuera de los dogmas y los presupuestos históricos heredados ya que la libertad del pensamiento era la acción mas sagrada». Por el contrario a este argumento, si uno partía con los dogmas y presupuestos históricos heredados (aquello que los judíos medievales definían como «tradición») uno ya sabía donde iba a terminar. En otras palabras, si antes de empezar a investigar, indagar o estudiar uno su fe y su tradición, uno ya sabía cual era la Verdad que debía alcanzar, uno iba a terminar llegando a las conclusiones que uno esperaba. Para Spinoza eso no era un estudio honesto o sincero sino tendencioso.
Este argumento fue devastador para la cuestión sobre la identidad y la pertenencia judía. Este argumento negaba a Dios, la Tora e Israel, negado cualquier racionalidad a los judíos de creerse a si mismo como el “pueblo elegido”, de observar las leyes rituales (las mitzvot o mandamientos) o de aceptar la autoridad rabínica.
La crítica de Spinoza dejaba al descubierto la contradicción entre los valores comunitarios judíos y los valores del mundo liberal moderno. Spinoza fue el primero en articular la pregunta fundamental que continua siendo relevante hasta nuestros días: ¿es posible ser un verdadero hombre moderno y a la vez un judío tradicional?
En nuestras publicaciones consideraremos el pensamiento moderno judío en referencia a dos temas principales:
En la modernidad, proveer de una racionalidad al porque seguir siendo judíos en un mundo no-judío se convirtió en un tema central y problemático para los judíos.
Dados estos dos temas principales presentaremos diferentes pensadores de acuerdo a tres posturas distintas en cuanto a los desafíos de la modernidad:
La mayoría de los pensadores presentados en estas publicaciones son internos que “luchan” por crear un balance de adaptación entre el judaísmo y el mundo contemporáneo. Cada uno de estos pensadores debe enfrentarse a problemas relacionados con las nociones de Dios, Tora e Israel, incluyendo:
Estas publicaciones ubican teorías históricas y practicas religiosas bajo una renovada visión. Nos encontraremos con grandes pensadores quienes encarnaron estilos de vida y filosofías difíciles de categorizar pero generalmente originales y provocativas.
Las últimas publicaciones examinarán el impacto de la Shoá o el mal llamado Holocausto, como así también las contribuciones realizadas por las mujeres judías en la modernidad y las ultimas corrientes del pensamiento judío hasta la actualidad.
Los pensadores judíos no escribieron extensamente sobre la Shoá hasta 1960. El impacto fue tan grande que la respuesta mas apropiada fue el silencio.
Las mujeres intelectuales judías en los últimos 40 años han desafiado la naturaleza patriarcal del judaísmo reclamando mayor participación en el estudio y las practicas rituales e incluso la creación de un discurso que si bien puede considerarse antropomórfico y metafórico siempre se remite a Dios o lo incomprensible por el hombre en términos masculinos como Él, Señor, Padre o Rey.
Completaremos esta serie de publicaciones con una evaluación final sobre las corrientes actuales del pensamiento judío y reflexionaremos sobre un argumento que ha sido debatido en los últimos años sobre si todos estos pensamientos continúan siendo relevantes para los judíos en la actualidad.
Es mi anhelo que a través de estas publicaciones el pensamiento judío se mantenga como algo relevante que no solo hacen los intelectuales. Que podamos desarrollar una capacidad crítica y responsable con argumentos serios sobre el pasado, el presente y el futuro judío. Es todo esto una necesidad esencial en la vida judía. Representa el esfuerzo sincero de tratar de encontrar sentido y esperanza en un mundo lleno de incertidumbres.